5.5 La caída de Primo de Rivera. (El final de la monarquía)

La creciente oposición a Primo de Rivera se intensificó cuando el rey y su camarilla se convencieron de que la dictadura era un peligro para la permanencia de la monarquía. El rey optó por retirar su confianza a Primo de Rivera, quien acabó dimitiendo el 30 de enero de 1930. El general Berenguer fue el encargado de sustituirle, con la misión de celebrar unas elecciones que permitieran retornar a la normalidad constitucional (dictablanda). La oposición y los republicanos, los catalanistas de izquierda y el PSOE acordaron la firma conjunta del Pacto de San Sebastian, (agosto de 1930), un programa para presentarse a las elecciones y constituir un comité revolucionario que debería convertirse en el gobierno provisional de la futura República. Tres niveles establecidos: municipales, provinciales en mayo (diputaciones) y legislativa en junio. El gobierno decidió convocar en primer lugar las elecciones municipales y las fijó para el 12 de abril de 1931. Ganaron en 41 de las 50 capitales de provincias.