La argumentación: tesis y argumentos: Una argumentación defiende una opinión o idea (tesis del texto) mediante razones o argumentos, con el propósito de convencer al receptor.

La tesis de una argumentación, es la opinión, idea o propuesta que se quie­re demostrar, es decir, aquello de lo que se quiere convencer al receptor.

Los argumentos son los razonamientos, pruebas o demostraciones de la ver­dad o necesidad de la tesis.

Los contraargumentos: Los contraargumentos son opiniones contrarias (objeciones o repa­ros) a la tesis o a los argumentos que se defienden.

En muchas argumentaciones, los contraargumentos son ideas contrarias que se exponen, no porque el autor crea en ellas, sino para demostrar que no son verdaderas. En una argumentación dialogada, los contraargumentos son objeciones o pegas que uno de los hablantes plantea a lo que dice el otro.

El lenguaje de la argumentación

El emisor de una argumentación expresa su punto de vista a través de:

 Adjetivos de valoración positiva o negativa (útil, alegre, lamentable...).

 Expresiones valorativas (afortunadamente, es verdad, se debería...).

 Conectores (porque, por tanto, para que, con objeto de, si...).

Presencia del yo emisor (pronombres y verbos en 1.a persona: yo, creo,

debemos).

Tipos de argumentos: Las argumentaciones pueden combinar varios tipos de argumentos:

Argumentos basados en principios morales (justicia, bondad, respeto a la naturaleza, solidaridad, civismo, etc.): Las pintadas en los autobuses dete­rioran un servicio que usamos todos.

Argumentos basados en datos o ejemplos: Las actividades humanas ame­nazan el equilibrio de la Amazonia. Se estima que, desde el siglo xix, el 55 % de la superficie original de las selvas ha desaparecido.

Argumentos que analizan causas y consecuencias: En España se venden menos juguetes debido a los niños, o más bien a la falta de ellos: tenemos una de las tasas de natalidad más bajas del mundo.

Debatir con argumentos

Debatir es tratar una cuestión entre personas que expresan sus opi­niones, que dan razones o argumentos de ellas y que llegan a una con­clusión o acuerdo, ya sea por unanimidad o por mayoría,

Para debatir adecuadamente es necesario estar informado sobre el tema; por ello hay que documentarse. Según el caso, los argumentos se basarán en: estadísticas, ejemplos de la vida real, declaraciones o escritos de personas con autoridad en la materia, resultados de investigaciones científicas o de encuestas, etcétera.