Cada una de las zonas debe servir para unos usos determinados. Se pone el ejemplo de las áreas de la casa: cocina, lavabos, comedor, habitaciones, etc. Es algo muy tradicional a todas las culturas. En el contexto de las zonificaciones, las Reservas de la Biosfera están concebidas como áreas modelo en las cuáles no solo se protegen y cuidan determinados ecosistemas, sino que se desarrolla un uso del suelo sostenible con las personas que viven en él. Los objetivos y tareas de las Reservas de la Biosfera exigen una clasificación espacial. Según la influencia de la actividad humana, se definen zonas con diferentes tareas: la zona núcleo, de amortiguamiento y zona de transición o desarrollo. La zonificación dentro de espacios rurales viene a ser lo mismo que en los espacios naturales, ya que contienen rasgos de interés para los visitantes. La diferencia puede venir cuando hablamos de estancias de turismo rural, en las que intervienen determinados factores calve en cuanto a la localización de estos, porque ello determina en muchos casos la viabilidad o no del emprendimiento. Entre los más relevantes tenemos:
Las cualidades naturales y paisajísticas: condiciones climáticas para la práctica de actividades turísticas. Los aspectos físicos del terreno donde existen 12 montañas, bosques, ríos, valles, etc. Favorecen la actividad recreativa. El paisaje juega un papel muy importante como atractivo y para la práctica de actividades.
Recursos autóctonos: atractivos que potencian la demanda y están constituidos por monumentos, parajes, edificios, vestigios históricos, productos típicos, etc.
Distancia del mercado potencial: cercanía o lejanía de los principales conglomerados urbanos donde se encuentra la demanda potencial, sobre todo por el tema de los costos y el tiempo necesario para llegar al establecimiento turístico. Cuanto más cerca de una ciudad importante más posibilidades de atraer turismo.
Facilidad para acceder al lugar: rutas pavimentadas en buen estado. Se da importancia a los vehículos utilitarios para acceder.