- Una represión institucionalizada.El fin del conflicto no comportó el fin de la violencia, sino que se procedió a la institucionalización de la represión. La primera ley represiva de carácter general fue la Ley de Responsabilidades Política (1939), con la que se pretendía la depuración total de las personas que habían colaborado con la República. En 1940 se añadió la Ley de Represión del Comunismo y la Masonería.El ejército fue el principal brazo ejecutor de la política represiva hasta 1963, cuando se creó el Tribunal de Orden Público (TOP). En los primeros años de la posguerra, la mayoría de las causas fueron juzgadas por tribunales militares en Consejos de guerra.En cuanto a las cifras de la represión franquista, se calcula que las personas ejecutadas por razones políticas fueron aproximadamente 150.000. En cuanto a la población reclusa, se ha estipulado que en 1940 había 280.000 presos. Debido al elevado número de presos, se habilitaron campos de concentración.Una parte considerable de los condenados, e incluso de los detenidos no procesados, fueron enviados a los Batallones de Trabajadores. En 1940 se crearon los Batallones Disciplinarios de Soldados Trabajadores. Ambos batallones, se dedicaban a la realización de obras (carreteras, puentes,…).El conjunto de medidas represivas adoptadas por las autoridades se caracterizó por su voluntad de ejemplaridad y castigo. Se trataba no sólo de castigar, sino también de difundir el terror entre la población y de callar cualquier intento de disidencia. Las medidas represivas contra los vencidos fueron acompañadas de un amplio proceso de confiscación y expolio de su patrimonio. El franquismo también expulsó del mundo laboral a todos aquellos que se habían destacado a favor de la causa republicana. Se llevó a cabo una depuración generalizada de los funcionarios y trabajadores de la administración pública.La victoria franquista tuvo unas características muy particulares en Cataluña, el País Vasco y Galicia, cuyos nacionalismos atentaban contra el principio de la inquebrantable unidad de España.El catalán, el vasco y el gallego fueron considerados como simples dialectos, inapropiados para las funciones de la vida pública. A largo de 1939 se publicaron numerosas normativas que los desterraban de la enseñanza, de la administración pública, de los medios de comunicación social,… La represión obligó a buscar refugio en el exilio a buena parte de los intelectuales, profesores y profesionales comprometidos con los nacionalismos catalán, vasco y gallego.