Contexto Histórico, Filosófico y Cultural
En el ámbito histórico, en el siglo V a.C., Atenas se convierte en la polis más influyente de toda Grecia, tras haber guiado al resto en la victoria sobre los persas en las Guerras Médicas, en la que los griegos se sublevaron contra los persas, que habían invadido previamente su territorio. Atenas vivió entonces una época de esplendor sin parangón en su historia, ya que el desarrollo comercial y la progresiva consolidación de la democracia hicieron posible lo que se conoció como “siglo de oro ateniense”, que alcanzó su momento culminante bajo el mandato de Pericles (495-429 a.C.), el cuál introdujo una “democracia radical” (directa y no representativa), cuyas leyes consagran la isonomía (igualdad de todos ante la ley), la cual se completa con la isogoría, que recoge el derecho de todos y cada uno de los ciudadanos a hablar en la asamblea.
La hegemonía ateniense se plasmó en una configuración de ciudades-estado llamada “Liga de Delos”, bajo el mando de Atenas. Cuyo objetivo era construir una fuerza defensiva, pero en realidad supuso el control político y comercial de Atenas, lo que provoco la enemistad con Esparta, desencadenándose en 431 a.C. la Guerra del Peloponeso (ocasionó un enfrentamiento entre dos modelos de organización política y económica: por un lado la democracia burguesa ateniense y por otro la aristocracia agraria y conservadora de Esparta). La guerra termino casi treinta años después con la derrota de Atenas y la implantación de un gobierno oligárquico, el de los Treinta Tiranos.
La reacción a este régimen totalitario no se hizo esperar y un año más tarde, los Treinta Tiranos son derrotados por una revuelta militar organizada por Trasíbulo, reimplantándose de nuevo la democracia. Aunque este nuevo gobierno según Platón, hizo bueno al anterior, cometiendo entre otras tropelías la de llevar “al más justo de los hombres de su tiempo” a la muerte (Sócrates).
En el ámbito cultural, en Atenas, en esa época se trabajaba enfebrecidamente en los templos, estatuas y bajorrelieves de la Acrópolis, la cual bajo el gobierno de Pericles había sido reconstruida y engrandecida por el arquitecto Ictinios y el escultor Fidias, este último destacó en el ámbito de las artes plásticas, la cual su característica fundamental era el clasicismo (tendencia al orden y la medida). Más adelante, debido a la popularización de esculturas para adornar viviendas privadas y los cambios históricos y sociales que supone el Helenismo.