En este epígrafe me dispongo a analizar la afirmación “el hombre no nace ni muere solo”. A través del cual expondré algunas características que hacen al homo sapiens diferente al resto en cuanto a su conducta. El primer rasgo anatómico/morfológico que nos diferencia del resto de las especies es la condición bípeda; la cadera de la hembra sufre un estrechamiento que da verticalidad y guarda simetría paralela. La modificación de la cadera de Eva provoca que los hijos nazcan prematuros. Las consecuencias del estrechamiento son: dolor en el parto, estresante y peligroso. El resto de animales paren en soledad, ayudan a su cría al nacer. El parto de la especie humana necesita una 3ª persona. Implica un acto social. Al nacer prematuros, la cría es máximamente dependiente e inviable más que cualquier otro mamífero. El aprendizaje a la utilización del fuego es un hecho muy importante. Con el fuego se crea la habitación (casa) que es el sitio donde uno puede volver, y le esperan. La prole debe estar localizada, para ello se asientan los campamentos base, allí se establece el cuidado, almacén.. El homo sapiens vive en grupos, aquí se establecen vínculos en torno a la reproducción. Forman el Clan, la tribu. Otra singularidad etiológica de la conducta se da en los enterramientos del homo sapiens. La especie humana manipula a los muertos, les cambia el mensaje corporal para hacer posición y gesto de muerto. Esto señala que para el hombre, morirse es un asunto fisiológico y social (“El hombre no nace ni muere solo”). Los muertos cruzan el rio del olvido y a los vivos nos queda un fragmento del cuerpo y los recuerdos, que intentamos conservarlos juntos dando sepultura y recordando donde esta para poder volver. La sepultura convierte al muerto en lugar y tiene una dimensión social, pues confirma la muerte y la necesidad de la asistencia de terceros. Esta se debe consagrar y excluir del uso común. Cuando alguien quiere que su desaparición pase desapercibida tiene una gran dificultad; la familia; hace posible el nacimiento de humanos y humana su muerte. Ambas se cumplen mediante el cuidado y la compañía. La enfermería asume funciones normalmente familiares. En situaciones de impedimento, minusvalía… asume estas funciones pero con profesionalización. Podemos continuar tratando este epígrafe hablando de la piedad, la cualidad que pone al hombre en su lugar. Es la protección, cuidado y guía de quienes nos suceden. La piedad pone en evidencia la autoconciencia de que el hombre no nace ni muere solo. La piedad es la veneración al padre, lo que nos ha precedido, el que un día fue fuerte ahora tiene que cuidarlo, cuando ahora es declinante y menguante. El origen se consume y está fuera de nuestro poder evitarlo. La piedad también consiste en evitar que los restos del padre se disgreguen, esto se consigue dando sepultura. Podemos poner como ejemplo al árbol, elemento revelador de la condición humana, donde se concentra la piedad. *exposición: es vulnerable, está al alcance de otro. El ser humano como el árbol está completamente expuesto, sin barreras, distancia ni defensa. *indefensión: no se puede defender ni eludir el golpe. En el ser humano se dan formas de indefensión en recién nacidos, ancianos, durmientes… el ser humano es por naturaleza indefenso. Todos estamos de espalda, no tenemos defensa. La indefensión también se hace posible por la enfermedad donde mostramos una indefensión máxima.