Vamos a hablar de los dialectos históricos (asturleonés y aragonés), en los septentrionales y en los meridionales (andaluz, canario) y las hablas de transición).
DIALECTOS HISTÓRICOS
Se denominan dialectos históricos al asturiano y al aragonés, dialectos derivados del latín vulgar. Éstos, junto al castellano, el catalán, etc constituían los dialectos romances medievales de la Península Ibérica. Por varias razones la extensión y prestigio del castellano redujeron las posibilidades de expansión y desarrollo del leonés y del aragonés.
Los dialectos históricos constituyen un conjunto de hablas que se utilizan en territorios donde la lengua general es el castellano.
El leonés, formado por un conjunto de variedades románicas se extendía por Asturias, centro y oeste de Cantabria, norte y oeste de León, oeste de Zamora y Salamanca y norte de Cáceres. El asturiano o bable, es el único cuya vitalidad y coherencia ha llegado hasta nuestros días. El Estatuto de Autonomía del Principado de Asturias recoge la obligación de preservar y proteger el asturiano y los habitantes de esta comunidad. La Academia de la Llingua asturiana fundada en 1980 intenta crear una lengua común y contribuyen con la publicación de diccionarios, gramáticas y numerosos textos literarios en asturiano. Hay tres variedades fundamentales del asturiano, aunque carecen de uniformidad:
El castellano al estar en contacto con el asturiano en el Principado de Asturias, presenta, en esta Comunidad Autónoma algunos rasgos particulares:
El aragonés, se halla constituido por un conjunto de hablas (fabla) que carecen de unidad y cuya extensión se reduce a los valles pirenaicos de Ansó, Hecho y Ribagorza.
El uso del castellano en la Comunidad Autónoma Aragonesa se ve influenciado por la fabla en aspectos como: