C) A partir del Cogito, Descartes deduce que hay tres tipos de realidades o sustancias.

En los Principios de la Filosofía, Descartes define la sustancia como ``una cosa que existe en forma tal que no tiene necesidad sino de sí misma para existir''. Como él mismo señala, la definición sólo es aplicable en propiedad a Dios (sustancia infinita)pues solo Él es independiente y existe por sí mismo , solo Él es independiente y existe por sí mismo, solo Él es causa sui. Descartes extiende el término sustancia a la res cogitans (sustancia pensante) y a la res extensa (sustancia extensa) entendiendo que designa cosas que sólo necesitan del concurso de Dios para existir. De ahí que diferencie entre sustancia infinita ( Dios)  y sustancias finitas ( el pensamiento y la extensión).

las sustancias tienen un atributo, que es su esencia y se identifica con ella, y unos modos, que son las maneras en que aparece. Cuando dice Descartes ''´se que soy, pero ¿qué soy?'', la respuesta es que soy un sujeto , una cosa o sutancia que piensa (res cogitans). Se afirma de este modo la existencia de una sustancia cuyo atributo es el pensamiento y sus modos, todo aquello que es objeto de conciencia: pensar, dudar, querer, imaginar, incluso sentir, sin el más mínimo de los atributos de la sustancia corpórea (de los que no necesita para su subsistencia).

La sustancia extensa se corresponde con el mundo que percibimos con los sentidos, su atributo es la extensión y sus modos, la figura(formada por los límites de la extensión) y el movimiento.

Uno de los grandes problemas derivados del proceso de la duda metódica es que se incurre en el denominado solipsismo subjetivista: sólo podemos estar seguros de nuestra propia existencia subjetiva, porque yo pienso, luego existo. Nose puede demostrar ni la existencia de otras conciencias ni, mucho menos, la existencia del mundo exterior a mi mente. Solucionará el problema recurriendo a Dios.

En las res cogitans, en el sujeto pensante, encuentra Descartes ideas o pensamientos. Entre ellas figura la idea de Dios como ''sustancia infinita, eterna, inmutable, independiente, omnisciente, omnipotente'', creador universal de todas las cosa que están fuera de Él. La idea de Dios sólo puede ser una idea innata, no la hemos creado nosotros ni procede del exterior.

Descartes demuestra a priori ( a partir de la idea misma de Dios) la existencia necesaria de Dios: el hombre, sujeto finito, no puede haber producido esa idea de un ser infinito; por tanto,  Dios existe necesariamente: Yo, sujeto finito, no puedo haber creado la idea de un ser perfecto; en última instancia, mi existencia se debe a un ser infinito y omnipotente que es causa de sí mismo y de todo lo que existe fuera de Él. Pone a Dios - a su veracidad e inmutabilidad - como garantía de la verdad de las evidencias adquiridas por la res cogitans.

De este modo, podemos afirmar también la realidad del mundo exterior, de la naturaleza como una res extensa.