Hacia el restaurante.

Si habitualmente se suele comer en donde se realiza la reunión, por ejemplo el restaurante

del hotel, no hay problema sobre desplazamientos, guardarropa, etc. En caso, contrario

debemos tener en cuenta ciertos aspectos: se debe especificar de forma muy clara donde

se encuentra el restaurante, facilitando si es necesario un plano o callejero. En caso de

reuniones importantes, no hay problema ya que serán los propios chóferes los que se

encargarán de llevarnos al sitio adecuado. La llegada al restaurante, no debe ser

desorganizada y siempre tendrá que haber gente para ir recibiendo a los recién llegados.

En el caso de reuniones con muchas personas, habrá que contar con la recepción de los

vehículos, para que no sea un caos aparcar ni partir con el vehículo.

En el restaurante.

Una vez alcanzado nuestro destino, habrá alguna persona de la organización que nos dará

la bienvenida. Habrá que contar con un servicio de guardarropa para evitar "confusiones"

a la hora de recoger las prendas. Tampoco es elegante ver sillas llenas de prendas

amontonadas, o colgando del respaldo de nuestros asientos (cuando no, arrastrando por el

suelo). Procure tomar todo lo que necesite de sus bolsillos (tabaco, kleenex, etc.) para

evitar molestar con posterioridad. Aunque parezca algo "infantil", haga todas sus

necesidades (tanto fisiológicas como no: retoque de maquillaje, arreglo de pelo, etc.),

para evitar levantarse a media comida.

"El restaurante puede ser un buen aliado para negociar con éxito"

El truco del aperitivo.

Es conveniente ofrecer un aperitivo previo por diversas razones:

1. Ganar tiempo.

Distrae a los invitados y se gana tiempo en espera de que todos los invitados lleguen a tiempo.

2. Conocimiento.

Nos facilita el conocimiento entre todos los asistentes con las pertinentes

presentaciones y la conversación.

3. Apetito.

un aperitivo nos anima el apetito, ya que en muchas reuniones debido

al tabaco, los refrescos o zumos, el estrés propio de la reunión y otros factores

nos hacen perder fácilmente las ganas de comer.

El tabaco.

La cuestión del tabaco es un tema delicado y, actualmente, muy perseguido y denostado.

El Protocolo marca, que nunca se debería fumar hasta terminados los postres. Si aún así

se fuma, al menos pida permiso a los integrantes de la mesa.

Intérpretes.

Si los negocios los hacemos con otros países, podemos encontrarnos en la tesitura de que

el idioma no sea nuestro fuerte. Entonces surge la figura del intérprete. ¿Qué hacemos

con él? El intérprete debe comer antes o después, pero nunca durante el tiempo que lo

hacen las personas para las cuales traduce (sería muy maleducado hablar con la boca

llena). La colocación habitual de esta "figura" es entre los dos personajes ligeramente

retirado hacia atrás. No se debería sentar nunca entre los invitados, aunque pert