España es un país con gran tradición migratoria, tanto a nivel nacional como internacional. A partir de los años 80 del s. XX, debido al desarrollo económico y la llegada de la democracia, cambia la dinámica migratoria del país y se convierte en receptor de inmigración. Recibe millones de personas procedentes de regiones y culturas distintas; esta diversidad se ve reflejada en todas las esferas sociales, entre ellas y de forma significativa se encuentra la escuela.Uno de los principales retos a los que se enfrenta la educación inclusiva es la conjugación del respeto a la diversidad cultural con el mantenimiento de los logros en materia de igualdad de género.Desde finales del siglo XX tanto la Unión Europea como el Consejo de Europa intentan definir las líneas generales de actuación que deben seguir los países miembros, donde se plantea la educación como instrumento esencial. En 1977 encontramos la primera legislación en la Directiva del Consejo Europeo, en la que se pretende tomar medidas para garantizar una enseñanza gratuita a descendientes de inmigrantes. Destaca la recomendación de promover la lengua materna y la cultura de origen. En el año 2009, se aprueba el dictamen del Comité Económico y Social Europeo sobre el “Libro verde de inmigración y movilidad: retos y oportunidades de los sistemas educativos de la UE”, que asume que, la responsabilidad de la definición de las políticas educativas sigue siendo claramente de los Estados Miembros.Una de las recomendaciones que se realiza para alcanzar la inclusión es la incorporación de la lengua de origen del alumnado inmigrante. Con respecto a esto, distintos organismos internacionales plantean que esta medida facilita el aprendizaje de la lengua de instrucción, afianza la autoestima y la identidad, promueve la convivencia pacífica y facilita el acceso al mercado laboral. Además, en la resolución 30/C12 aprobada en la conferencia general de 1999, se utiliza por primera vez el término de educación plurilingüe, que se refiere al uso de al menos tres lenguas en materia de educación: una lengua nacional o regional, la lengua materna y al menos una lengua internacional. Además, se menciona que a través de esta se puede responder a las exigencias de participación en sociedad y a las necesidades de las comunidades con distintas culturas y lenguas. En relación a esta medida, Francia y Alemania ofertan el aprendizaje de lengua es su educación general, en Reino Unido, en cambio, está en manos de privados y voluntariado. Otra recomendación que se realiza es que exista comunicación entre los centros y las familias. En este tema, lo que se recomienda son 3 medidas: publicar información en la lengua de origen de las familias, el uso de intérpretes en la vida escolar y la designación de especialistas que actúen de enlace entre el centro, el alumnado y las familias. En relación a esta medida Francia, Alemania y Reino Unido publican información en las lenguas maternas y recomiendan el uso de intérpretes, pero no lo establecen como obligatorio. Con respecto a la tercera medida, Reino Unido cuenta con tutores de acogida para el alumnado extranjero, Francia cuenta con centros regionales que actúan de enlace y en Alemania no existe personal específico ni unidades locales que se encarguen de aquello. Esta desigualdad comienza en la educación escolar, ya que el alumnado de origen emigrante tiende a incorporarse más tarde en esta etapa educativa. La primaria suele ser un periodo de nivelador de desigualdades. Contamos con los siguientes modelos: Modelo Francés: es asimilacionista, los ciudadanos extranjeros deben integrarse en la sociedad francesa, relegando sus costumbres culturales y hábitos religiosos al espacio privado. Modelo Alemán: la división del país en 2, durante décadas de tutela extranjera conllevó el desarrollo de políticas migratorias. A día de hoy, la política del “trabajador invitado” pervive en el imaginario alemán y es una de las razones que dificultan la apuesta política por un modelo de gestión de la diversidad cultural clara y coherente. Alemania está dividida en estados federados autónomos “Länders”, con lo que cada estado tiene una legislatura diferente según la emigración. Modelo Inglés: El caso inglés es paradigmático de la segregación residencial y las “escuelas-guetto”. Las familias tienen libertad para elegir el centro educativo por lo que terminan agrupándose conjuntamente el alumnado del mismo grupo étnico o confesión religiosa. El principal logro del sistema educativo inglés es la progresiva equiparación del nivel cultural educativo de la población inmigrante y la población autóctona.