Dar muestra de un conocimiento progresivo de su esquema
corporal y de un control creciente de su cuerpo, global y sectorialmente,
manifestando confianza en sus posibilidades y respeto a los demás. Con este
criterio se observa el desarrollo del tono, postura y equilibrio, control
respiratorio o la coordinación motriz y se evalúa la utilización de las
posibilidades motrices, sensitivas y expresivas del propio cuerpo. Habrán de
manifestar un control progresivo de las mismas en distintas situaciones y actividades,
como juegos, rutinas o tareas de la vida cotidiana. Deberán ser capaces de
reconocer y nombrar las distintas partes del cuerpo y ubicarlas espacialmente,
en su propio cuerpo y en el de los demás. Asimismo, se valorará si identifican
los sentidos, estableciendo diferencias entre ellos en función de su finalidad
y si pueden explicar con ejemplos sencillos las principales sensaciones
asociadas a cada sentido. Se evalúa también a través de este criterio, la
formación de una imagen personal ajustada y positiva, la capacidad para
utilizar los recursos propios, el conocimiento de sus posibilidades y
limitaciones, y la confianza para emprender nuevas acciones. Han de manifestar,
igualmente, respeto y aceptación por las características de los demás, sin
discriminaciones de ningún tipo, y mostrar actitudes de ayuda y colaboración.
Utilizar la lengua oral del modo más conveniente para una
comunicación positiva con sus iguales y con las personas adultas, según las
intenciones comunicativas, y comprender mensajes orales diversos, mostrando una
actitud de escucha atenta y respetuosa. Mediante este criterio se evalúa el
desarrollo de la capacidad para expresarse y comunicarse oralmente, con
claridad y corrección suficientes, para llevar a cabo diversas intenciones
comunicativas (pedir ayuda, informar de algún hecho, dar sencillas instrucciones,
participar en conversaciones en grupo). Se valorará el interés y el gusto por
la utilización pertinente y creativa de la expresión oral para regular la
propia conducta, para relatar vivencias, razonar, resolver situaciones
conflictivas, comunicar sus estados anímicos y compartirlos con los demás.
Igualmente este criterio se refiere a la capacidad para escuchar y comprender
mensajes, relatos, producciones literarias, descripciones, explicaciones,
informaciones que les permitan participar en la vida del aula. El respeto a los
demás se ha de manifestar en el interés y la atención hacia lo que dicen y en
el uso de las convenciones sociales (guardar el turno de palabra, escuchar,
mirar al interlocutor, mantener el tema), así como en la aceptación de las
diferencias.