La ley orgánica del estado
Se trata de un artículo de una de las Leyes Fundamentales del franquismo, la Ley orgánica del Estado, redactada y aprobada por las Cortes franquistas en 1967. Este documento es de naturaleza jurídico-política, importante fuente histórica primaria para el estudio de la evolución política del franquismo.
La idea principal de ese texto es que el jefe de Estado es la suprema jerarquía del Estado y goza de un poder prácticamente absoluto y autocrático.
Esta ley constituye la última de las llamadas Leyes Fundamentales del régimen franquista, con la que concluye el proceso de institucionalización de este. Ese proceso fue titubeante y lento, obligado por las circunstancias exteriores y la necesidad de consolidar la dictadura y ofrecer un aspecto más aceptable para las democracias occidentales.
En el texto siguiente se enumera las Leyes Fundamentales promulgadas entre 1938 (fuero del trabajo) y la Ley de Principios del Movimiento Nacional de 1958. En ellas se afirma la naturaleza del régimen; el franquismo se basaba en el profundo antiliberalismo de las leyes y medidas políticas. Las formas extremas, el lenguaje utilizado y la simbología del franquismo procedían principalmente de Falange Española, el partido fundado por José Antonio Primo de Rivera.
Otro de los elementos fue la visión nacional-católica del régimen, era un fundamentalismo religioso, según el cual Franco se consideraba a sí mismo como hombre providencial elegido por Dios para la salvación de España. El franquismo fue un régimen militar en el que siempre estuvo presente el recuerdo de la Guerra Civil y la victoria, esto se refleja en el autoritarismo del régimen. Fue un estado policial, que garantice el orden del público y persiguiese cualquier forma de disidencia.
La organización del Estado fue centralista y por otra parte, tuvo un acusado carácter nacionalista, en el que toda la retórica oficial se llenaba de alusiones al pasado


grandioso de España.
Fue un régimen totalitario, en el que el Estado intervenía en todos los aspectos de la vida social. Pero finalmente era un régimen político corporativo y populista.
En cuanto a l Ley orgánica de 1976, esta nueva ley buscaba limpiar la imagen de la dictadura ante la Europa prospera que enviaba sus turistas a un país necesitado de modernizar sus estructuras políticas. Publicadas y sometida a referéndum en diciembre de 1966, esta ley pretendía ser una refundación legislativa del franquismo median la unión de elementos dispersos de textos fundamentales anteriores y la depuración de alguno de sus rasgos totalitarios. Se trataba de una especie de constitución franquista con la que se quería asegurar la pervivencia del régimen después de la muerte del dictador. De acuerdo con esta ley, tres años más tarde, Franco designo como su sucesor al príncipe Juan Carlos, que acepto ante las Cortes el 23 de julio de 1969.