En todo este proceso, hay dos autores fundamentales que señalan las líneas que debían seguir la reforma social en el plano económico, social y político. W. Beveridge: se ocupó de la dimensión social, mientras Keynes desarrolló la vertiente económica. Fue un econimista británico a principios del s. XX, profesor y director de la LSE, una universidad de alto prestigio. Su obra se basa en dos informes vitales: 1942 “Seguridad social y servicios afines”: hace un estudio de los sistemas de seguridad social que venían desarrollándose en los distintos países europeos y propone su unificación en un sistema único (nada de sistemas parciales y fragmentarios) y además administrado por el Estado.  Su objetivo, era eliminar la indigencia proporcionando a todos los individuos un ingreso mínimo que impidiera que llegaran a ella independientemente de si tenían trabajo o no. Esto se materializa en la frase “todo ciudadano tiene el derecho a estar protegido desde la cuna hasta la tumba”, es decir, la seguridad social como derecho. Esto se financiaría mediante contribuciones uniforme de las 3 partes (trabajador, empresario y Estado), lo que haría posible que todos los ciudadanos se sintieran responsables y contribuyeran 1944 “El pleno empleo en una sociedad libre”: desarrollado posteriormente por el partido laborista: plantea el objetivo keynesiano de alcanzar el pleno empleo. Beveridge es consciente de que el desempleo es involuntario porque el ciclo económico no genera los suficientes empleos para todos pero la sociedad debe reforzarse para que haya pleno empleo pero no cualquier empleo, sino un empleo decente con derechos liberales, sindicales y sociales. Y la ayuda de la intervención del Estado mediante sus políticas para conseguir el pleno empleo.

Esping-Andersen ha tratado de perfilar tres modelos de bienestar según el reparto de responsabilidades entre el Estado, el mercado y la familia.  El modelo de bienestar liberal: el individuo tiene que resolver sus problemas en el mercado, la solución es el dinamismo y el empleo y si esto falla se acude a la protección familiar. Propio del mundo anglosajón. Por lo tanto el mercado –solución y el Estado muy subsidiariamente ayuda, pero en cualquier caso se deja la protección social en manos de aseguradoras. Sigue siendo un poder dominante en Estados Unidos, y es impulsado por las propuestas del Banco Mundial, donde defiende que la educación de calidad es privada, existiendo una red débil de colegios públicos contando con profesores mal pagado y una calidad muy baja.  El modelo de bienestar conservador: se caracterizas por, una política de grupos organizados, una economía de tipo comunitaria, y políticas sociales mutualistas. El estado es el protector del bienestar social de los individuos y en todo caso la familia, el estado también gestiona la salud, la educación, vivienda.  No le importa los resultados del individuo en el mercado, sino el colectivo, porque son Estados de bienestar generoso y también autoritario. Las familias se ven con una protección marginal, porque el estado cree en la protección del individuo ampliamente. Y por último intenta mantener la defensa del estatus social, es decir, esa estructura de desigualdad.  El modelo de bienestar socialdemócrata: se caracteriza por, políticas de clase, una economía social y políticas sociales redistributivas. Históricamente este modelo se erigió como reacción directa a la política liberal y a las consecuencias sociales de la economía del libre mercado. Hasta el momento sigue siendo un modelo dominante en los países del norte de Europa. El valor fundamente que subyace de este modelo es el de la igualdad social. Este valor reviste varias formas y es causa de interminables disputas entre filósofos por determinar cuál es su sentido primordial.