MANIFIESTO SURREALISTA

 El surrealismo fue creado en el año 1924 en París por André Breton como derivación

del dadaísmo. Breton estimaba que la situación histórica de posguerra exigía un arte

nuevo que indagara en lo más profundo del ser humano para comprender al hombre

en su totalidad.

En el primer manifiesto (1924) critica el realismo, la observación y descripción en

literatura: el realismo en el arte sería, según él, incompatible con las emociones

extraordinarias. Critica la lógica y la razón: la razón, identificada indebidamente a toda

forma de pensamiento, impediría al espíritu humano tener acceso a una zona esencial,

aunque escondida, del pensamiento.

André Breton se interesa particularmente por los sueños, aprovechando la doctrina

freudiana, para acceder a la zona "surreal" del pensamiento. Así, las actividades

surrealistas deben hacerse en ausencia de todo control ejercido por la razón, al

margen de toda preocupación estética o moral".

Breton presenta algunas muestras de visiones, dando indicaciones precisas para

situarse en estado de creación surrealista, sosteniendo que su movimiento no es una

escuela literaria o artística, sino un modo de vida.

 El segundo manifiesto (1930) adquiere un tono polémico y cierta dosis de intolerancia.

Reacciona contra los que han abandonado el surrealismo por otras actividades más

lucrativas, o por afiliarse al partido comunista. Esto permite al autor recordar y

precisar lo esencial de sus tesis surrealistas.

LE CORBUSIER

Le Corbusier (1887, Suiza- Francia,1965) fue un arquitecto y teórico de la

arquitectura, urbanista, decorador de interiores, pintor, escultor y hombre de letras

suizo nacionalizado francés en 1930.

Es considerado uno de los más claros exponentes de la arquitectura moderna (junto

con Frank Lloyd Wright, Oscar Niemeyer, Walter Gropius, Alvar Aalto, Richard Neutra,

Ludwig Mies van der Rohe y Theo van Doesburg), y uno de los arquitectos más

influyentes del siglo XX.

Definió la arquitectura como "el juego correcto y magnífico de los volúmenes bajo la

luz, fundamentada en la utilización de los nuevos materiales: hormigón armado y

vidrio plano en grandes dimensiones. Una de sus mayores preocupaciones fue la

necesidad de una nueva planificación urbana. Durante la década de 1920 propuso

numerosos proyectos urbanísticos y residenciales, pero solo pudo construir una serie

de villas unifamiliares cercanas a París que le sirvieron para concretar sus cinco

postulados sobre la nueva arquitectura: bloques elevados sobre pilotis (pilares), planta

libre, fachada libre independiente de la estructura, ventanales longitudinales y

cubiertas planas ajardinadas.

Entre los edificios de esta época destacan el Pabellón del Esprit Nouveau en París

(1925), la villa de Monzie en Garches (1927) y la villa Savoye en Poissy (1929-1931).

Título: La persistencia de la memoria

Autor/es: Dalí

Cronología: primera mitad del siglo XX

Localización: MOMA (Nueva York, EE. UU.)

 Identificación del lenguaje estilístico: Surrealismo

Dalí en esta obra utiliza su método crítico-paranoico

con el que pretendía fotografiar los sueños. Como buen surrealista, su objetivo era

sacar a la luz las visiones extrañas que se producen en el subconsciente, siguiendo

ideas de Freud.

Presenta un paisaje onírico donde el autor suspende conscientemente el control de la

razón para pintar y dar salida a sus sueños, sus obsesiones y sus delirios.

El dibujo tiene una enorme importancia en el cuadro. Los objetos están representados

con exactitud y detallismo, pero sus dimensiones no son reales y están deformados.

Predominan los tonos fríos que contrastan con los cálidos.

Domina la línea horizontal. Como elementos dinámicos, el pintor utiliza las líneas

diagonales (mesa, cabeza) y las curvas (relojes, cabeza), que parecen haber sido

introducidas para proporcionar un lento movimiento a la quietud de esta playa.