32hace tiempo) todos los mares estaban tan amenazados por (con) los ladrones (piratas) que nadie navegaba sin un grandísimo peligro de muerte o esclavitud. Muchas marineros y comerciantes, quitadas las mercancías y hundidas las naves, eran matados por los piratas o eran llevados a la esclavitud. Solo los que habían podido pagar mucho dinero eran librados de la esclavitud. El propio Gayo Julio César, al navegar siendo joven (de joven) desde Italia a Rodas, fue capturado por los piratas y no (fue) liberado hasta que pagó un enorme precio (rescate).
Y no solo los marineros sino también los habitantes de la costa marítima y de las islas estaban en miedo (temerosos). Algunas islas habían sido abandonadas por los habitantes, muchas ciudades marítimas (habían sido) capturadas por los piratas. En efecto tanta era su fuerza y audacia que (ellos) despreciando la fuerza de los romanos también (incluso) atacaban los puertos de Italia.
Así pues puesto que por la fuerza y la multitud de piratas ni siquiera el mar Tirreno era seguro, poco (de) trigo era llevado desde Sicilia y África a Roma. Así se hizo (apareció) una máxima escasez de trigo cosa por lo que (por lo que) el precio del trigo siempre crecía. Finalmente al ser ya el trigo y el pan tan caro que muchos pobres morían por la escasez de comida necesaria, el pueblo romano pidió con una boca (voz) que toda la flota romana fuera enviada contra aquellos piratas muy audaces. Por lo tanto Gneo Pompeyo, general famoso, fue puesto al frente de la flota (dativo). Este primero echó a los piratas del mar Tirreno, que es el mar próximo a Roma, y de Sicilia, la isla próxima a Italia, luego los persiguió hacia África. Finalmente, enviadas algunas naves a Hispania, él mismo habiendo partido hacia Asia con la flota venció en breve tiempo a todos los piratas que allí encontró. Con esta victoria extraordinaria todas las gentes (naciones, pueblos), desde los hispanos hasta los egipcios y los judíos, fueron liberadas de un peligro común. Tan pronto como la agradable noticia de esta muy agradable victoria llegó a Roma, el precio del trigo comenzó a ser disminuido (bajarse); en efecto vencidos los piratas, los marineros navegaban sin temor por los mares que son comunes de (a) todas las gentes (naciones, pueblos). Así pues en Roma de repente de (desde) una escasez muy grande se hizo (surgió) una abundancia muy grande de trigo y el pan fue tan común (barato) como antes (lo) había sido, lo cual fue muy agradable para el pueblo romano. Todo el pueblo romano afectó (colmó, agradeció...) al victorioso Pompeyo con sumas alabanzas.
Desde ese momento rara vez sucede que una nave de piratas aparezca en el mar Interior (Mediterráneo) pues las flotas romanas, que recorren todos los mares, protegen diligentemente (atentamente) las naves mercantes y la costa marítima. El mar Interior de nuevo es llamado con (por) derecho "Mare Nostrum" (Nuestro Mar) por los romanos. Sin embargo la flota romana no puede proteger a todos los marineros que navegan en todas partes. Aún quedan (sobreviven) algunos piratas marinos que son de tanta audacia (ablativo de cualidad) que ni siquiera son asustados por las armas de los romanos.
Nuestros amigos navegando (que navegan) en el mar Tirreno piensan que tales piratas muy audaces persiguen a su nave. Todos están asustados. Aunque los marineros reman con todas las fuerzas sin embargo aquella nave, ayudando el viento favorable, se acerca más y más.
El piloto observando el cielo nublado desea que el viento gire al contrario. Pues él cree que sus marineros son tan válidos (fuertes) que ninguna otra nave llevada con los remos solos (solo con los remos) puede alcanzar a su nave.
Entre tanto Lidia doble las rodillas y ruega a Dios que le (les) ayude: Padre nuestro que estás en los cielos, hágase tu voluntad pero líbranos del mal.
Pero Medo saca una espada corta que hasta ahora ha ocultado bajo la ropa y dice "Ciertamente no seré matado desarmado. Si los piratas me atacan (futuro perfecto) con armas (los) rechazaré con todas las fuerzas. La fortuna ayuda a los fuertes, como (según) dicen".
Pero entonces Lidia dice "Devuelve tu espada a su lugar. Pues todos los que cogen (fut. perf.) una espada morirán por (con) la espada, como dice Cristo."
"Pero también te defenderé con mi espada" dice Medo. "No quiero esperar desarmado (a) que tú seas matada por los piratas. Mientras yo viva nadie te dañará."
Pero Lidia que desprecia a Medo como a un ladrón dice "No te pido a ti ayuda sino a Dios. Solo él nos puede proteger.
De igual modo el piloto intenta disuadir a Medo con muchas palabras para que no (de que no) saque la espada ni resista a los piratas con fuerza (violencia) y armas. "¿Qué necesidad hay de armas? Tanta es la fuerza de los piratas que de ningún modo podemos resistirles. Y los piratas no matan a los marineros desarmados puesto que pueden venderlos como esclavos a un gran precio."
Medo: ¿Ya has olvidado lo que dijiste hace poco? En efecto dijiste que tú preferías la muerte a la esclavitud.
Piloto: No sé si yo he dicho (hablado) así pero ciertamente la libertad me es más querida que la vida. Nada prefiero a la libertad. Por este motivo daré todo mi dinero a lo piratas si me devuelven la libertad. Solo les pediré este favor/gracia.
Medo: Ciertamente los piratas te quitarán el dinero pero serás afortunado si perdonan tu vida gracias al dinero.
Piloto: Si es necesario puedo ofrecer a los piratas diez millares de sestercios. Lo que yo mismo no poseo mis amigos pagarán por mí.