SELECCIÓN NATURAL
Darwin, además de proponer que los organismos evolucionaban,
también ofreció un mecanismo para dicha evolución, la selección
natural. Esta teoría explicaba cómo podían evolucionar las poblaciones.
Es decir, cómo estas se adecuaban para vivir en sus entornos con el
paso del tiempo.
Darwin se basó en varias observaciones:
Características hereditarias
Darwin averiguó que los rasgos y muchas de las características en los
seres vivos se heredan mediante genes. Por eso, los individuos que
heredan los rasgos ventajosos podrían sobrevivir, descender en la
siguiente generación y reproducirse, dadas las condiciones del entorno.
Más descendencia de la que puede sobrevivir
Debido a que los rasgos ventajosos son heredables, los organismos
generan más descendientes de los que su medio ambiente puede
soportar. Por lo tanto, existe una competencia por los recursos limitados
en cada generación porque los rasgos se vuelven cada vez más
comunes.
La descendencia varía en sus rasgos heredables
En el transcurso de varias generaciones, la población se adapta a su
entorno, con rasgos ligeramente distintos entre sí. Y muchas de estas
características (color, tamaño, forma…) son heredables.
SELECCIÓN NATURAL
Darwin, además de proponer que los organismos evolucionaban,
también ofreció un mecanismo para dicha evolución, la selección
natural. Esta teoría explicaba cómo podían evolucionar las poblaciones.
Es decir, cómo estas se adecuaban para vivir en sus entornos con el
paso del tiempo.
Darwin se basó en varias observaciones:
Características hereditarias
Darwin averiguó que los rasgos y muchas de las características en los
seres vivos se heredan mediante genes. Por eso, los individuos que
heredan los rasgos ventajosos podrían sobrevivir, descender en la
siguiente generación y reproducirse, dadas las condiciones del entorno.
Más descendencia de la que puede sobrevivir
Debido a que los rasgos ventajosos son heredables, los organismos
generan más descendientes de los que su medio ambiente puede
soportar. Por lo tanto, existe una competencia por los recursos limitados
en cada generación porque los rasgos se vuelven cada vez más
comunes.
La descendencia varía en sus rasgos heredables
En el transcurso de varias generaciones, la población se adapta a su
entorno, con rasgos ligeramente distintos entre sí. Y muchas de estas
características (color, tamaño, forma…) son heredables.