En el siglo XVIII Kant encontró los límites del conocimiento científico en su crítica de la razón pura, y ya en el siglo XIX se afirmó el carácter absoluto de la razón. El punto culminante del idealismo alemán viene con Hegel, que introdujo la dialéctica para entender la filosofía, la historia, la religión o el arte como una progresión en la que cada movimiento surge de las contradicciones inherentes al estado anterior a través de tres movimientos: tesis, antítesis y síntesis. Para Hegel, la historia es el despliegue de la razón a través de procesos dialécticos.

Marx fue un sociólogo, activista, economista y filósofo del siglo XIX que trató de transformar la sociedad. Marx dedicó toda su vida a una teoría que creó apoyándose en la filosofía alemana, el socialismo utópico francés y la economía inglesa. Su objetivo era establecer una verdadera comunidad capaz de superar las desigualdades sociales. Se centró en la división del trabajo que tiene su base en la propiedad privada de los medios de producción por parte de la burguesía. El modo de trabajo capitalista generaba una situación de explotación y alienación



a superar. Marx defendió que sería necesario abolir la propiedad privada de los medios de producción para saltar más allá de los limitados derechos burgueses.

Nietzsche fue un pensador que tendrá influencia en la filosofía del siglo XX. El pensamiento de Nietzsche es una crítica a la cultura de Occidente. El nihilismo es el concepto con el que define la historia de la cultura Europea: una decadencia de los auténticos valores de la vida. Nietzsche aboga por la superación del nihilismo a partir de la creación desde el único valor real: la vida. Es una tarea propia de la “voluntad de poder”, basándose en la idea del “superhombre”.

HannaArendt analizó el fenómeno de los totalitarismos. En su obra “Los orígenes del totalitarismo” lo define como un fenómeno novedoso del siglo XX que tiene sus raíces en el antisemitismo y el imperialismo, y pretende controlar todos los aspectos de la vida. Totalitarismos como el nazismo alemán, donde el ser humano deja de ser “persona” para convertirse en un individuo que renuncia a lo propiamente humano bajo la dominación de un líder.En “La condición humana”,



Arendt realiza un análisis de la vida de los seres humanos, que se componen de: la labor para sobrevivir, el trabajo para transformar la naturaleza, y la acción, la actividad más elevada del ser humano. La condición humana de cada elemento es, respectivamente: la vida misma, la mundanidad y la pluralidad.

También tenemos en el siglo XX importantes corrientes filosóficas como:

-El feminismo. Un complejo fenómeno con distintas posturas. Tienen en común el rechazo a la identificación de la experiencia humana con las experiencias masculinas de la realidad. Destacan Simone de Beauvoir, para la que ser mujer es una construcción social; Judith Butler, que aplica el pensamiento de Foucault a las cuestiones de género; Cristina HoffSommers, que persigue la igualdad jurídica, moral y social de los sexos; y Amelia Valcárcel, que defiende que ninguna persona debe ser excluida de ningún derecho por su sexo.

-La filosofía analítica triunfó en los países de habla inglesa. Esta se desarrolla como un análisis del lenguaje. Para Wittgenstein,



principal representante, servirá para ayudar a la mosca a salir de la botella. Niega el valor de la metafísica.

-El existencialismo. Sartre, su máximo representante, afirmó que no había una esencia previa a la existencia, lo que se traduce en la absoluta libertad en los actos humanos que así son fruto de propias elecciones. Esta libertad y responsabilidad genera angustia.