La pintura impresionista El Impresionismo significó la ruptura definitiva con la tradición. Esta corriente cuestiona el objetivo prioritario de la pintura anterior, la realidad, y reinventa el papel que en su percepción desempeñará la pintura. Este movimiento surge en torno a 1860. La captación de la luz mediante toques cromáticos fue ambición de todos los grandes maestros, de los que se ha afirmado que tuvieron una fase "impresionista". Antecedentes: la prioridad colorista y la pincelada suelta y ligera de la escuela veneciana, Rembrandt, Velázquez, Goya, Turner, Constable y los pintores de la escuela de Barbizon, que comenzaron a pintar directamente del natural. Las características mas importantes de los Impresionistas son: El tema más repetido es el paisaje. El paisaje servía a los impresionistas para analizar los cambios de luz y la incidencia de la misma sobre los objetos. Las representaciones del paisaje se hacían directamente del natural. La luz es el elemento fundamental, intentando trasladar al lienzo las sensaciones que se producen cuando la materia es acariciada por la luz. La pincelada impresionista es suelta, rápida y vigorosa, utilizando gran cantidad de pasta de pintura pastosa y gruesa. La llamada teoría de los colores, que sostiene que existen colores primarios y complementarios, era conocida y utilizada por los impresionistas. Eliminaron los contornos. La sombra nunca es negra en un cuadro impresionista, sino del color complementario correspondiente. Así, desaparecen los contrastes del claroscuro. La fotografía. Las nuevas técnicas fotográficas permitieron que la pintura se desligase de su propio pasado y alcanzase una libertad inusitada. La pintura postimpresionista El término postimpresionismo no debe entenderse más que desde el punto de vista cronológico los últimos años del siglo XIX y comienzos del xx. El término postimpresionismo no debe entenderse más que desde el punto de vista cronológico y en ese sentido hay que situarlo a caballo entre los últimos años del siglo XIX y comienzos del xx. la pintura de finales del XIX superaba el impresionismo y con ello rompía la unidad estilística de las escuelas para dar paso definitivo a la individualidad de los artistas. Y tal vez ello representaba la culminación de una época marcada por el individualismo. La escultura El Impresionismo fue un movimiento fundamentalmente pictórico, algunos maestros supieron introducir juegos lumínicos mediante una renovación de las técnicas. Si bien destaca Auguste Rodin, también debemos destacar la figura de Medardo Rosso. Él mismo inventó una nueva técnica: cera sobre escayola. La cera translúcida se combinaba con la luz y hacía que las formas parecieran más suaves, más blandas, que se diluyesen tanto que de ellas tan sólo nos quedase una impresión.