Antes de la Guerra Civil española, el teatro experimentó un período de dualidad entre la tradición heredada del siglo anterior y un movimiento de renovación liderado por figuras como Valle-Inclán y García Lorca. Este último, en su obra cumbre "La casa de Bernarda Alba" (1936), profundiza en el conflicto entre autoridad y libertad a través de la historia de Bernarda y sus hijas. La obra explora temas como la moral tradicional, la presión social, las diferencias sociales y la condición de la mujer, todo dentro de un espacio escénico que refleja la opresión y la claustrofobia. La estructura ascendente y lineal de la obra permite que las acciones y escenas fluyan de manera continua, mientras que el uso de refranes, simbolismos y un lenguaje coloquial refleja la sociedad contemporánea de Lorca. Destaca la maestría del autor en crear diálogos intensos que mezclan realidad y poesía con un toque popular arraigado en sus raíces. Aunque la obra presenta una dura crítica a la sociedad y a la mentalidad de muchas mujeres de la época, Lorca muestra una cierta debilidad hacia sus personajes femeninos, presentándolos con sus virtudes y defectos sin juzgar. En resumen, "La casa de Bernarda Alba" es una obra magistral que fusiona elementos realistas y poéticos para explorar temas universales con profundidad y sensibilidad.
"Historia de una escalera" es la primera obra de Buero Vallejo estrenada en 1949, inaugurando una década marcada por la novela y la poesía social. A pesar de no pertenecer a esta corriente, la obra aborda un teatro realista con simbolismo, sorteando la censura franquista. A través de la vida de una comunidad de vecinos, Buero reflexiona sobre temas universales como la lucha de clases, la movilidad social, el amor y la paternidad. Los personajes principales, Fernando, Urbano, Carmina y Elvira, representan diferentes visiones de la vida y el progreso. La trama se desenvuelve a lo largo de décadas, mostrando el paso del tiempo y el fracaso vital de los personajes. La estructura circular de la obra refuerza esta idea, culminando en una conversación entre las nuevas generaciones que ofrece una esperanza ambigua para el futuro. El simbolismo de la escalera y las referencias culturales añaden profundidad a una obra compleja pero accesible, que invita a la reflexión y la identificación con los personajes.