Poetas barrocos siguieron las convenciones del petrarquismo. Sin embargo, este modelo poético, que ya había evolucionado en la segunda mitad del XVI hacia el manierismo de Fernando de Herrera o la poesía ascético-mística de fray Luis de León, San Juan de la Cruz o santa Teresa de Jesús, se percibe en el siglo XVII con una retórica agotada. Como consecuencia, se ensayan distintas estrategias de superación, que afectan tanto a los temas como a las formas de las composiciones.
Aspectos temáticos.
-Vertiente filosófico-moral: La fugacidad de lo terrenal y la inexorabilidad de la muerte se convierten en motivos centrales.-En el tema amoroso se exploran nuevos caminos: ocultamiento de la emoción (Góngora), la confesionalidad (Lope) y la vinculación del amor a la trascendencia (Quevedo). -Mitología: tratamiento paródico (Fábula de Píramo y Tisbe, de Góngora) o uso de un argumento mitológico como excusa para un despliegue de virtuosismo verbal (Fábula de Polifemo y Galatea). -Poesía satírica y burlesca: encontrará amplio desarrollo en el Barroco, como corresponde a una sociedad en crisis que se cuestiona a sí misma. Tipos sociales, costumbres y rivales literarios serán objeto reiterado de reprobación o de escarnio, con doble finalidad: corregir los vicios de su tiempo y producir un efecto cómico.

Aspectos formales.
El conceptismo es una actitud estética compartida por todos los poetas barrocos. Parte de la consideración de la poesía como un artificio basado en el ingenio o la agudeza, que pretende sorprender o deslumbrar al receptor. La lengua poética se aparta del lenguaje común mediante una acumulación de

recursos retóricos (metáforas, hipérbatos, retruécanos, antítesis, paradojas, juegos de palabras). Esta complicación formal, que se ofrece al receptor como un reto intelectual, puede interpretarse como una tentativa de enmascarar una realidad engañosa y desagradable. En el siglo XVII: soneto y metros italianos (heptasílabo y endecasílabo); pero los poetas barrocos preferirán la silva a la lira, y se recuperan estructuras de la poesía

popular, como el romance o la letrilla.



Luis de Góngora
El poeta más innovador del Barroco español. Ocupa en la lírica un lugar similar al de Cervantes en la narrativa o Lope en el teatro. Sus obras despertaron la polémica, y fueron celebradas y denostadas, imitadas y parodiadas por igual. Cultivó todos los subgéneros poéticos de su tiempo. Sonetos. Reelabora motivos de la tradición petrarquista, como el Carpe Diem (“Mientras por competir por tu cabello”) o la advertencia de los peligros del amor (“La dulce boca que a gustar convida”). Letrillas. Composiciones festivas o burlescas, formadas por un estribillo de inspiración popular y por varias estrofas en versos generalmente octosílabos. En el célebre “ Ándame yo caliente y ríase la gente” reformula el tópico de aurea mediocritas en tono jocoso, alejado de la gravedad de la poesía de fray Luis de León o de Quevedo. Romances. La mayor parte contienen elementos burlescos. Es el caso de “Se nos va la Pascua, mozas” (de nuevo, el tópico del carpe diem) o de la “Fábula de Píramo y Tisbe”, recreación paródica de La Metamorfosis de Ovidio. Fábula de Polifemo y Galatea. Formada por sesenta y tres octavas reales, narra los amores del pastor Acis y la ninfa Galatea. Soledades. Escrita en silvas. Desarrolla el tópico menosprecio de corte y enaltece la vida en el campo.

El culteranismo gongorino.
Fábula de Polifemo y Galatea y Soledades, se manifiestan rasgos del estilo gongorino, conocido como culteranismo. -Búsqueda de la belleza y evasión de la realidad. En estos poemas, es evidente la pretensión de construir un mundo de belleza verbal y sensorial que sirva de evasión o refugio frente a la realidad miserable de la época. Objetivo se concreta en el uso de recursos que potencian las cualidades musicales de lenguaje o de un léxico exquisito y colorista. Extrema dificultad en la expresión. La oscuridad gongorina se obtiene mediante diversos procedimientos: abundancia de cultismos, encabalgamientos violentos, hipérbatos exagerados, alusiones rebuscadas o metáforas sorprendentes. El resultado es una poesía deliberadamente minoritaria que aspira a provocar en el lector un goce intelectual o sensorial más que a suscitar emociones. Renuncia a la expresión de sentimientos. En estas dos obras gongorinas, el yo poético se aleja radicalmente del autor, evitando la introspección anímica propia del petrarquismo.



Francisco de Quevedo Quevedo, capaz de escribir los versos más sublimes y también los más soeces, es, por su extraordinario dominio del lenguaje, uno de los grandes poetas de la lengua castellana.
Poesía moral y religiosa. Tono grave y angustiado. Se sitúan en cruce de dos tradiciones filosóficas: el estoicismo y la moral cristiana. Sonetos: “Miré los muros de la patria mía” desarrollan temas típicamente barrocos: la fugacidad de la vida, inestabilidad de la muerte, vanidad de las apariencias, de los bienes materiales y del mundo sensible, o necesidad de evitar pasiones. Para ello, en estas composiciones, hace uso de diversos tópicos literarios como el tempus fugit, quotidie morimur, memento mori o la vita somni.
Poesía amorosa. Se sitúa dentro de la tradición de la poesía petrarquista. Canta sola a Lisi: cincuenta y seis poemas amorosos que conforman un cancionero. Se desarrolla una visión metafísica, trascendente, del amor, que perdura más allá de la muerte.
Poesía satírica y burlesca. Sonetos, letrillas, décimas y jácaras en los que se intensifican los juegos de palabras (paronomasia, calambur, dilogía, retruécano...) y las metáforas grotescas o caricaturescas. Parodias de la poesía petrarquista (Rostro de blanca nieve, fondo en grajo) y culterana (Leí los rudimentos de la aurora). Versiones burlescas de fábulas mitológicas. Dafne y Apolo (mito poetizado por Garcilaso) se convierten en un rufián y una prostituta en los sonetos “Bermejazo platero de las cumbres” y “Tras vos un alquimista va corriendo”. Poemas que satirizan tipos sociales (médicos, cornudos, mujeres que tratan de disimular su edad) o vicios (la hipocresía, poder de dinero) de su época. “Érase un hombre a una nariz pegado”, o letrilla “Poderoso caballero es don Dinero”.
Sor Juana Inés de la Cruz: Primera gran poeta en lengua castellana (América)Obras: Primero sueño. Silva en la que el alma inicia un viaje espiritual en busca de un conocimiento total del universo. Los hipérbatos y las alusiones mitológicas hacen del poema un ejemplo del culteranismo. Poemas filosófico-morales. Abordan temas característicos del Barroco: el engaño de los sentidos, la vanidad de las apariencias, la fugacidad de la belleza y la existencia... Poemas satíricos. “Hombres necios que acusáis/a la mujer sin razón”, poema en redondillas, censura actitud de hombres hacia las mujeres.



Lope de Vega, poeta.
Aunque el reconocimiento de Félix Lope de Vega y Carpio (1562-1635) se debe,

fundamentalmente, a su ingente y valiosa producción dramática, es también autor de una notable obra poética que presenta dos diferencias respecto a la de Góngora o Quevedo: la preferencia por un estilo más llano y accesible y un marcado carácter confesional.

En la lírica de Lope se refleja, en efecto, de modo directo, su circunstancias biográficas: