Vulcanismo: Término que engloba toda la actividad ígnea extrusiva (salida y solidificación de magma a la superficie terrestre) como la formación de volcanes. España cuenta con una zona volcánica activa en las Islas Canarias. Zócalo: Llanura o meseta que se formó en la Era Primaria (Paleozoico) al erosionarse las cordilleras surgidas en la orogenia herciniana. Constituye la base de posteriores cuencas sedimentarias y cordilleras. Amplitud térmica anual: Diferencia entre la temperatura media del mes más cálido y del mes más frío. Anticiclón: Es un centro de acción con presión atmosférica alta (>1.013 milibares, que es la presión media a nivel del mar). En su interior el aire desciende y se mueve en el sentido a las agujas del reloj. El tiempo asociado es estable, generalmente despejado y sin precipitaciones. Aridez: Escasez de humedad, excesiva sequedad. Término que alude a una zona sin precipitaciones suficientes para mantener una densa vegetación o inferiores a los 300 mm anuales. En una zona árida la evaporación es mayor que la precipitación. Se considera que una región es semiárida si tiene más de cuatro meses secos, y árida cuando éstos son más de siete. En España las zonas más áridas se localizan en el sureste de la península. Barlovento: Ladera de un relieve orientada hacia la dirección del viento. Habitualmente la ladera de barlovento es más húmeda, ya que el aire se ve impulsado a ascender, al hacerlo se enfría y producen precipitaciones orográficas. Borrasca: Centro de acción con baja presión atmosférica (<1.013 milibares, que es la presión media a nivel del mar). En su interior el aire asciende y se mueve en sentido contrario a las agujas del reloj , generando nubosidad, precipitaciones, y , por tanto, tiempo inestable. Pueden tener un origen dinámico (mínimo de Islandia) o térmico (baja peninsular). Clima: Condiciones medias del tiempo en un lugar determinado que han sido registradas durante un largo periodo (treinta años por lo menos). Continentalidad: Tendencia de las grandes áreas continentales a adquirir una amplia oscilación térmica anual. Hacia el interior, la influencia del mar, que actúa como reguladora de la temperatura y genera precipitaciones, queda debilitada y aumenta la influencia de las masas continentales. La continentalidad suele implicar una elevada amplitud térmica y una escasez de precipitaciones.