Lázaro empieza desde abajo, su madre lo entrega a un ciego avaricioso y cruel para que lo cuide. Pero el ciego es un explotador, apenas le da de comer y lo trata fatal. Aquí Lázaro aprende a buscarse la vida y a ser más listo que el hambre.
Momentos icónicos:
El ciego le da un cabezazo contra un toro de piedra para que "abra los ojos".
Lázaro roba vino con una pajita y el ciego lo pilla.
Lázaro se venga y hace que el ciego se estampe contra un poste al final del tratado.
Ahora Lázaro sirve a un clérigo aún peor que el ciego: un tacaño de cuidado. El pobre Lázaro pasa hambre porque el cura guarda la comida bajo llave. Pero el chico espabila y se las apaña para robar pan de la arca como un pro.
Momentos clave:
Lázaro hace un agujero en el arca y se inventa que son ratones los que roban la comida.
Al final, el clérigo descubre el engaño y lo echa a la calle con una buena paliza
Lázaro ahora va con un escudero orgulloso pero pobretón, que va de noble pero no tiene ni para comer. Es el tratado más triste y crítico porque muestra la falsa apariencia de la nobleza en la época. Aquí Lázaro no pasa hambre por culpa del amo, sino porque su amo también está tieso.
Momentos importantes:
El escudero se muere de hambre pero se viste elegante para aparentar.
Lázaro tiene que buscar comida y compartirla con el escudero.
l final, el escudero se larga sin pagar el alquiler y deja a Lázaro tirado.
Este amo es un fraile corrupto y callejero que va a lo suyo. Le da a Lázaro su primer par de zapatos, pero lo tiene reventado de tanto andar.
Punto clave: Lázaro apenas aguanta con él porque el fraile está más tiempo en la calle haciendo negocios raros que en el convento.
El buldero es un vendedor de bulas (perdones religiosos) que engaña a la gente para sacarles el dinero. Es un estafador profesional y Lázaro aprende lo corrupto que puede ser el mundo religioso.
Momentos clave:
El buldero finge milagros falsos con cómplices para que la gente compre sus bulas.
Lázaro ve todo el teatro y engaño de su amo.
Aquí Lázaro consigue su primer trabajo pagado con un capellán. Le da una burra y cántaros para vender agua por la ciudad. Por fin, Lázaro hace dinero y deja el trabajo en cuanto ahorra para vestirse bien.
Momento clave:
Lázaro empieza a ver el dinero como solución a sus problemas y se independiza un poco.
El último amo es un alguacil, pero Lázaro lo deja porque es un trabajo peligroso. Al final, se casa con la criada de un arcipreste, y aunque hay rumores de que ella es la amante del arcipreste, Lázaro hace la vista gorda porque ahora tiene una vida estable y no pasa hambre.
Punto clave:
acepta su situación porque ha escalado socialmente