Los instrumentos del Barroco experimentan mejoras en cuanto al tratamiento de los materiales, las técnicas y la perfección de la sonoridad. La evolución del lenguaje musical favorece que los instrumentos de viento puedan acceder a todas las tonalidades. Sin embargo, son los instrumentos de cuerda los que más mejoras experimentan. Se abandonan algunos instrumentos que se empleaban en el Rena-cimiento, como el cromorno o las chirimías, que ya han evolucionado en el oboe. La flauta travesera (traverso) va desterrando poco a poco a la flauta dulce, y la familia del violín se desarrolla y se perfecciona, de forma que se mejora su sonoridad, ahora más brillante. Destacan las familias de lutieres italianos Stradivarius, Amati y Guar-neri, que consiguieron construir instrumentos de cuerda de una calidad altísima. Hoy en día todavía conservan el renombre, a pesar de que la manera de fabricar los instrumentos se considera un misterio. 


El ritmo: la pulsación es plenamente regular, clara y acentuada con el uso del compás. Utiliza patrones rítmicos repetitivos y parece tener un motor constante que la sustenta (perpetuum mobile). Se introducen las especificaciones de tempo. La notación musical es muy parecida a la actual. 
• La melodía: está muy ornamentada con trinos, semitrinos, mordentes y otros ornamentos Se emplea la improvisación sobre una estructura armónica previamente establecida. ( • La armonía: los antiguos modos son sustituidos por la tonalidad, en la que se utilizan solo el modo mayor y el menor. Se usa la armadura y el cambio de tonalidad (modulación) dentro de las obras. También se introducen disonancias que desembocan en conso- nancias para expresar mejor la armonía.
 • La textura: destaca el uso de la melodía acompañada (con el acompañamiento del bajo continuo) y, también, del contrapunto plenamente tonal. 
• El texto: representación expresiva de las palabras con la música. Se buscaba la unión perfecta del texto con este arte. Es mucho más claro que en el Renacimiento y se facilita la comprensión del mismo.