1.Desde mediados del siglo XX, España ha vivido importantes movimientos migratorios interiores y exteriores. Las migraciones interiores comenzaron con el éxodo rural (1960-1975), cuando muchas personas dejaron el campo para trasladarse a ciudades industriales como Madrid, Cataluña o el País Vasco, en busca de trabajo y mejores servicios. Las causas principales fueron el crecimiento demográfico, la mecanización agrícola y la industrialización. Desde 1975, el éxodo disminuyó y surgieron nuevas formas de migración interna: por motivos laborales, residenciales (búsqueda de viviendas más baratas), de retorno (sobre todo jubilados) y movimientos habituales (por trabajo u ocio). Estas migraciones han provocado el envejecimiento y despoblamiento de las zonas rurales, especialmente en el interior del país.
2.En cuanto a las migraciones exteriores, entre 1950 y 1975 muchos españoles emigraron a Europa (Suiza, Alemania, Francia) debido a la demanda de mano de obra tras la Segunda Guerra Mundial y la falta de oportunidades en España. A partir de 1980, esta emigración disminuyó, pero volvió a aumentar desde 2007 por la crisis económica. Muchos jóvenes cualificados emigraron en busca de empleo. Esta situación genera problemas como la pérdida de población joven, ruptura familiar, empleo precario en el extranjero y fuga de cerebros, lo que debilita el potencial del país.
3.Desde 1980, España se convierte en un país receptor de inmigrantes, sobre todo a partir de 1995. Actualmente hay más de seis millones de extranjeros, en su mayoría legales, aunque en la década de 2000-2010 se realizaron regularizaciones que redujeron la inmigración ilegal.Las causas principales son la necesidad de mano de obra poco cualificada en sectores como la agricultura, construcción o servicios, las políticas de regularización, la proximidad con África y los lazos culturales con América Latina. También llegan jubilados europeos atraídos por el clima y el coste de vida
3/Pt.2La procedencia es diversa: África (Marruecos, África subsahariana), América Latina (Ecuador, Colombia), Asia (China) y Europa (jubilados del norte y trabajadores del este, como rumanos o ucranianos). Se instalan sobre todo en Madrid, Cataluña, Comunidad Valenciana, Andalucía, Baleares y Canarias.El perfil de los inmigrantes varía: jubilados con nivel económico medio-alto y jóvenes poco cualificados que realizan trabajos duros y mal pagados.La problemática incluye racismo, dificultades de integración, condiciones laborales precarias y marginación. Esto obligó a desarrollar una política migratoria (como la Ley de Extranjería). Tras la crisis de 2008, la inmigración bajó y muchos jóvenes españoles cualificados emigraron a Europa.