Deriva continental, Wegener

Los continentes actuales estuvieron unidos hace 200 millones de años en un único y gigantesco continente denominado pangea que comenzó a fragmentarse lentamente y que sus componentes se habían alejado unos de otros. Estos se habrían desplazado sobre las capas profundas de forma semejante a como los icebergs se mueven en el mar dando lugar a los continentes actuales.

Pruebas:

Geográficas: comprueba como los continentes encajan como piezas de puzle.

Petrológicas: los afloramientos de rocas ígneas son semejantes en los escudos africano y brasileño y también las cadenas montañosas cuyas direcciones y edades de plegamiento coinciden a uno y otro lado.

Estratigráficas: las rocas sedimentarias son similares en el paleozoico y jurásico en Sudáfrica y Brasil.

Paleoclimaticas: la distribución de arrecifes mares cálidos, climas muy fríos, climas suaves y húmedos y climas cálidos del carbonífero y del pérmico no pueden explicarse desde la posición actual de los continentes.

Paleontológicas: la distribución de fósiles son comunes a diversos continentes.

Biogeográficas: la distribución coincidente de la flora y fauna actual.

Isostáticas: la existencia de una capa plástica que permitiera los desplazamientos en la vertical y horizontal.

Datos geodésicos: medidas minuciosas de masas continentales desde satélites reafirman la existencia de desplazamientos.

Paleomagneticas: el estudio del paleomagnetismo en rocas volcánicas continentales indican la dirección y distancia aproximada donde se encontraba el polo magnético en el momento.

Si se estudia las rocas de otras edades se pueden obtener una serie de posiciones del polo norte que una vez unidas nos dan la curva de deriva aparente para ese continente, se deduce así una emigración de los polos. Si los continentes hubieran permanecido fijos a lo largo de la historia, esta curva de deriva polar podría ser explicada por el cambio de posición de los polos, pero entonces las curvas obtenidas de todos los continentes deberían de coincidir, como esto no ocurre es necesario admitir que los continentes se han movido de diferentes maneras con respecto a los polos.

Objeciones:

La semejanza entre las formas de los bordes continentales no constituyen una demostración.

La semejanza entre plegamientos, rocas, fósiles y seres vivos de distinto continente son de orden menor.

No pudo haber existido un casquete polar que cubriera un supercontinente puesto que la distancia es la mayor parte de las tierras a la costa hubieran sido tan grandes que los vientos cargados de humedad no habrían podido alcanzar el centro.